Recuerdos de la Atlántida (9ª Parte)



La “Simbología Sagrada” debe tener una explicación profunda pero lógica, teniendo como base el conocimiento de una inevitable “Mecánica Natural de la Vida” regida bajo “Leyes Divinas Inamovibles” compuestas por “Energía Pura Evolutiva de Amor y Equilibrio”.


En base a esto, se comprende la errónea explicación literal que se ha dado a lo referente a la simbología de los “Sagrados Misterios”, un ejemplo se puede ver en el Génesis Bíblico, en el creer de modo literal lo referente a haber sido ‘corridos del Paraíso’ y peor aún, por ‘cometer un pecado de desobediencia’. Ni ‘pecados’, ni ‘dogmas’, ni ‘injusticias’, ni ‘iras’ o ‘sentimientos humanos’ en la “Gran Mente Creadora de Nivel Sumo Espiritual, Todo Sabiduría, Amor y Equilibrio” la cual proyectara una extensión de Su Propia Divinidad (todo ser viviente) al plano etéreo-físico como parte de un “Plan de Vida Divino Perfecto”.

Como Atlantes Iniciados se nos explicó que “La Proyección del Ser al plano físico”, es en realidad como aquel niño pequeño que tiene que dejar el regazo seguro de sus padres (Paraíso, Plano Etéreo-Espiritual), para ingresar a la “escuela” (Plano Físico) llegado el momento en que por su edad le corresponde: “iniciar su aprendizaje, su crecimiento individual y madurez, experimentando una mayor libertad (libre albedrío)”.

Analicemos dicha parte del Génesis moderno para seguir comprendiendo los Sagrados Misterios Maya Atlantes:

“…..El Eterno Dios lo expulsó del Jardín del Edén,
para que trabajara el suelo del que fue tomado.
Y al expulsar al hombre, Él colocó al este del Jardín del Edén
los querubines y la llama de la espada giratoria
para custodiar el camino que conduce al Árbol de la Vida.”
Torá, Génesis 3, 23

“La llama de la espada giratoria” que custodia “el camino que conduce al Árbol de la Vida”, es el “Ciclo Evolutivo”, la “Rueda de las Encarnaciones” a través de la cual el hombre “trabajará” o “cultivará su Alma”, la “energía cósmico-divina” de la cual fue creado, “el suelo del que fue tomado”. Después de que cultive su alma, la pula y se perfeccione podrá entonces volver a su Creador, es decir al “Árbol de la Vida”, “al Gran Espíritu” que nos anima.

Ya en la “escuela” (Plano Físico) tendrá que atravesar por los diferentes niveles académicos ascendentes (reencarnaciones) hasta que logre llegar a graduarse y dejar por fin dicha institución (dejar el Plano Físico y ascender al supra físico o nivel superior exento de materia densa orgánica).

RUEDA DE LAS ENCARNACIONES. El “Plan Divino para la Creación”, “Las Cinco Eras” o “Cinco Soles”. Imagen decodificada de la Lápida de las Inscripciones (Página de la Torá pétrea).

Esta es la imagen de un plano que nos muestra el “Proyecto Divino para la Vida en el Mundo Físico”. Este diseño decodificado de la Lápida de las Inscripciones de Palenque (Torá Pétrea) nos muestra la “Rueda Maya de las Encarnaciones” y nos habla de que la Energía Cósmico Divina se proyectó a un nivel más denso, a un nivel etéreo-físico para dar forma a la creación y que ahí evolucionara:

   • En dicho plano se observa la vida trina proyectada ya en el nivel físico, por ello se ven en él a las “Cuatro Grandes Fuerzas de la Creación”, los “Cuatro Ríos”, los “Cuatro Constructores” en cada uno de los brazos de la cruz en el centro, los cuales se muestran claramente como cuatro escuadras: L

   • La Cruz es la Energía Cósmico Espiritual que se proyecta en el plano físico hacia los “Cuatro Rumbos”, los “Cuatro Puntos Cardinales” (espacio). El Aro que rodea a las “Cuatro Fuerzas” conforma un gran “Sol central” que junto a los “Rostros Solares” que se encuentran en las cuatro esquinas representan a los “Cinco Soles” o las “Cinco Eras del Mundo” (tiempo). En conjunto muestra así este plano la marca del tiempo-espacio, la medida de la proyección en un nivel etéreo-físico.

   • Se ven también, cuatro grupos de “círculos triples” en el interior del aro y a los lados de la cruz, haciendo referencia a la aparición de las “Cuatro Razas” humanas básicas (blanca, roja, amarilla y negra), señalando al mismo tiempo la “composición trina” de estos seres que se manifestaron a la tercera dimensión, es decir, que de forma íntegra son “físico-álmico-espiritual”.

   • Rodeando por completo a las cuatro razas humanas se ve un gran aro con marcas salientes, éste señala el camino evolutivo que tendría que seguir esa humanidad para poder volver a su Creador, representa la “Rueda de las Encarnaciones”.

   • También se ven otros cuatro grupos de círculos triples pero un poco más grandes ya “fuera” de la “Rueda de las Encarnaciones”, señalando que llegaría el momento en que la humanidad “evolucionaría” y se proyectaría como un “Ser Cósmico”, que superando la densidad de su materia vibraría como un “Ser Integro Espiritual” salvando así las limitantes del tiempo-espacio, es decir, rompiendo con el ciclo de reencarnación. Esto es lo que mencionan las más antiguas historias indias como la “Era del Quinto Sol” en la cual la humanidad se proyectaría al cosmos en Conciencia Plena Universal, en una soñada Era de Paz y Fraternidad.

Con el paso del tiempo y la experiencia obtenida a través de las reencarnaciones, el Alma encarnada llegaría a conocer las polaridades de la vida (positivo-negativa, luz-oscuridad) para que llegado el momento en su madurez físico-álmica “lograra vivir consciente y voluntariamente en el Equilibrio”, lo que lo haría trascender el plano físico rompiendo así con la cíclica “Rueda de las Encarnaciones”.

Mas aún cuando ya no le fuera necesario seguir tomando materia, el aprendizaje continuaría en Niveles Superiores Etéreo Espirituales, Niveles en “Maestría”, hasta llegar al instante en que se alcance un Nivel de “Conciencia Superior” tan alto, que se fusione con la “Gran Energía Creadora”, regresando así a la Fuente de Origen y se funda al Todo.

El “Proyecto Divino” se llevó a cabo y la vida en el mundo físico apareció. El hombre creció y se multiplicó olvidando con el paso del tiempo su estancia en el maravilloso Paraíso Etéreo-Espiritual donde fue creado. Sabiendo y previendo ésto, fue por lo que se dejó grabada en piedra toda la historia de la creación para el recuerdo y despertar de la humanidad en un momento preciso y programado desde el inicio.

“Y el Eterno Dios formó al hombre de polvo de la tierra
y le exhaló en sus fosas nasales el alma de vida;
y el hombre se transformó en un ser vivo.”
Torá, Génesis 2, 7

Hombre recién formado en postura de “renacer”. Torá pétrea.

Esta explicación de la Torá moderna se encuentra en la Torá pétrea original (lápida de Palenque), en la cual vemos al hombre recién formado “renaciendo” al mundo físico. Se le ve surgiendo al plano denso y lleva en sus fosas nasales el símbolo del “Alma de vida”, el cual le fue exhalado por el Kinich Uaxac Ahau, “el Eterno Dios”, la Gran Energía Creadora.

Se sabe que este ser está naciendo, surgiendo al plano físico (contrariamente a lo que dicen los arqueólogos o historiadores, de que está ‘cayendo al inframundo’), por simple lógica al observar que su “tocado y adornos están echados atrás y abajo” por la fuerza de fricción y el empuje de una “Fuerza Mayor” que lo levanta o hace emerger.

Kinich Ahau con boca abierta exhalando el Hálito Divino o Alma. Hombre recibiendo el Alma de Vida.

En estas dos imágenes que se encuentran juntas en el mismo nivel o página de la Torá Pétrea, se identifica en ambas el símbolo del “Alma” (Espíritu). En la primera se ve al Creador como el “Kinich Ahau” con su boca abierta dando su “Soplo de Vida” o “Hálito Divino” (símbolo en su frente el cual proyecta desde su Mente Creadora como un pensamiento-idea); se muestra en su boca abierta el signo de “Kin” “Sol”, lo cual es su Energía Ignea Espiritual expresada como “el Verbo”, “Ollin” o “Movimiento” (símbolo del Espíritu manifestado para crear). Esta imagen del Eterno Kinich Ahau se encuentra debajo del hombre en el diseño, lo que hace comprender que es “El” quien está impulsando hacia arriba (plano físico) al ser recién creado y que por ello se le ve “ascendiendo” y en su postura de “renacer”.

En la segunda imagen se ve al ser (hombre-mujer) recibiendo en sus “fosas nasales” éste “Soplo de Vida” o “Alma de Vida”, proyectado desde la mente del Eterno Creador (Kinich Ahau), a través de su Hálito Divino, tal como lo menciona el Génesis.

Los Misterios Sagrados Atlantes nos enseñaron que al hombre creado en el principio como un ser Andrógino, le es posteriormente cambiada su estructura molecular para separar sus polaridades energéticas (masculino-femenina, “hombre y mujer”) las cuales le daban el “poder creador”, es decir que lo hacían similar a Dios; por ello analicemos lo siguiente:

“Así Dios creó al hombre a Su Imagen, en la Imagen de Dios lo creó;
hombre y mujer los creó”.
Torá, Génesis 1, 27.

Posteriormente en Torá Génesis 2, 21 se puede leer como de ser hombre y mujer en un solo ser creado”, éste es dormido y le es separada su polaridad femenina:

El Eterno Dios causó un profundo estado de somnolencia en el hombre,
Y éste se durmió; y El tomó uno de sus costados y cerró la carne en su lugar.
El Eterno Dios, con el costado que había tomado del hombre,
Construyó una mujer y la llevó ante el hombre. Y el hombre dijo:
“Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne.
Ésta será llamada Ishá por que del Ish fue tomada”.

Para prueba de lo anterior, veremos que al tomar precisamente “ese costado del Ish, hombre-mujer” en la Lápida de las Inscripciones, Torá Pétrea Maya-Atlante, es decir tomando un lado de este grabado, se separa su polaridad femenina y aparece entonces “la Ishá” “la mujer” de modo individual y con su característica e inconfundible cualidad de poder “engendrar”, “dar a Luz a un nuevo ser” pues se le ve en posición de parto.


Mujer recostada en posición de parto.
Polaridad femenina separada, decodificada de la Lápida. Página de la Torá Petrea.

Esta mujer pariendo dará a luz ‘dos hijos’ simbólicos llamados “Caín” y “Abel” como representaciones de las inclinaciones lógicas posibles del ser creado a “lo positivo y a lo negativo”. En el diseño vemos “dos símbolos del Espíritu”, a la izquierda (-) y a la derecha (+) de la mujer pariendo y “dos semillas bioenergéticas” en sus manos, lo cual en unión hará aparecer al mundo físico a esos dos seres, caracterización o explicación de dichas inclinaciones naturales de la mente humana por su esencia ‘dividida’ y ‘densificada’.


“El hombre conoció a su mujer Javá (Eva) y ella concibió y dio a luz a Caín….
Y también dio a luz a su hermano Hevel (Abel).
Torá, Génesis 4, 1 y 2.

Como se puede ver, ese grabado de los Sagrados Misterios Atlantes, que guarda en sí el Génesis, es una explicación y análisis preconcebido de lo que se sabía sería y viviría el ser humano por las características de su natura físico-mental, grabado miles de años atrás, dictado por “Aquellos” mismos “Seres Cósmico-Espirituales” o “Ingenieros Siderales” que lo crearon. Ellos sabían de las inclinaciones de los seres por la conocida polaridad de la vida (positivo-negativa) pero como algo “normal” o “natural”; mas el hombre erróneamente convirtió esas polaridades natas en conceptos densos conocidos como: ‘malo’ y ‘bueno’………. ¡Grave error!, pues esto dividía aún más y de manera tajante en nuestras mentes las polaridades que de hecho son gemelas, hermanas nacidas una de la otra, convirtiéndose entonces en una fijación difícil de cambiar, la cual nos mantiene en la densidad de la tercera dimensión por nuestra insistencia en la separación y alejamiento de dichas polaridades que son una misma y deben estar unidas.

Debemos comprender que si todo estaba previsto y predicho como algo natural, entonces nada puede ser “malo” o “bueno”. La explicación a esto, está contenida en el simbolismo del “Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal”.


LA VIDA TAN SOLO “ES”, sin calificativos o encajonamientos puramente humanos. La vida tan solo “Existe”, “Vibra” o “Vive” naturalmente como manifestación de la Energía Divina en un plano en donde se bifurca el camino y la expresión se hace dual.

Se debe reconocer todo ésto y comprender que el “HOMBRE Y MUJER SON VERDADERAMENTE UNO SOLO” y que “AMARSE Y RESPETARSE DEBEN PUES SON DE MANERA REAL Y VIVIDA, MITAD COMPLEMENTARIA E INDISPENSABLE UNO DEL OTRO”; lo cual no es teoría romántica sino Verdad Pura, Realidad Bioenergética físico-álmico-espiritual en el ser humano que EN SU UNIÓN INTEGRAL, PLENA CONCIENTE, RETOMA SU DIVINIDAD Y PODER CREADOR.

Pero más aún, se debe reconocer que NO EXISTE LO ‘MALO’ Y LO ‘BUENO’ como conceptos tajantes y separatistas, condenables y racistas por que son conceptos netamente humanos. Ampliemos nuestra mente, pensemos con nuestra Conciencia como Seres Cósmicos que somos y trascendamos el físico.

¡Respétate, reencuéntrate, únete..…y volverás a SER INMORTAL!.

Itzen Caan